lunes, 12 de abril de 2010

Que no decaiga!

Talleres viajó a Sunchales a enfrentar a un atigrado Libertad que se jugaba la vida por una victoria dado que no contaba con la misma tranquilidad que el clasificado albiazul.
Al comenzar el partido la situación parecía inversa, Talleres dominaba y asediaba al rival como si la propia continuidad en el torneo dependiera de una victoria. Luego se desinfló, se distrajo y pagó con una derrota.
Este tropezón albiazul puede preocupar a algunos hinchas, por esa pesada mochila de la moral, que a veces entorpece la marcha de los equipos. Preocupados o no, quien tiene las manos en el timón para amortiguar el golpe es Andres Rebottaro, el cual salió a enfrentar los micrófonos rescatando el regreso del intacto Lussenhoff, la limpieza de amarillas y la posibilidad de observar varios jugadores que podrán servir de recambio.
La situación permite rescatar su lado bueno si se quiere y con la importancia que tiene la actitud en este tipo de instancias, ahi veremos la mano del lider, el poder carismático de nuestro entrenador, el perfil técnico ya lo conocemos y sabemos que por ese lado sabe que rumbos tomar.

El hincha, que nunca se relajó, fue a Sunchales, colmando las tribunas, enbanderando alambrados, dando ese espectáculo que a tantas desacostumbradas ciudades del interior sorprendió. La gente espera a su equipo, que se está limpiando, acomodando, sacandole punta a los colmillos, para encarar lo que viene